
Desayunos para runners antes de entrenar
Si alguna vez has salido a correr con el estómago vacío o, peor aún, con el desayuno equivocado, sabes que puede ser una experiencia… complicada. Arcadas, fatiga precoz o esa molesta pesadez que no te deja avanzar. El desayuno es uno de los pilares fundamentales para cualquier runner, y sin embargo, sigue siendo una de las partes más ignoradas del entrenamiento.
Pero, ¿qué desayunar antes de correr? ¿Es mejor algo ligero o completo? ¿Y si tengo series o una tirada larga en montaña? Spoiler: no existe un desayuno universal. Todo depende de cómo entrenas, cuánto tiempo tienes y cómo reacciona tu cuerpo. En este artículo te cuento, desde la experiencia y el análisis, qué debes tener en cuenta para planificar tu desayuno perfecto como corredor, con ideas reales, consejos prácticos y sin caer en mitos.
¿Por qué es clave el desayuno para un runner antes de entrenar?
Si corres a menudo, seguro que en algún momento te has preguntado: ¿debería desayunar antes de salir a entrenar? La respuesta no es un simple sí o no, porque depende de muchos factores. Pero una cosa está clara: el desayuno puede marcar una diferencia enorme en tu rendimiento, energía y bienestar durante la carrera.
El cuerpo necesita combustible para moverse, y más aún si lo que vas a hacer es entrenar. Saltarse el desayuno o no comer lo adecuado puede llevarte a un bajón de energía en mitad de la sesión, a molestias estomacales o incluso a no rendir al nivel esperado. Un desayuno bien planificado te proporciona la energía necesaria, te ayuda a evitar la fatiga precoz y mejora tu recuperación posterior.
No es lo mismo entrenar en ayunas por decisión o hábito, que hacerlo por falta de planificación o porque no sabes qué desayunar. Saber qué comer y cuándo es la clave para sacarle partido a cada zancada.
¿Debo desayunar siempre antes de correr? Mitos y realidades
Hay mucha confusión respecto al famoso entrenamiento en ayunas. Algunos lo defienden como herramienta para mejorar la quema de grasa, otros lo ven como una tortura. ¿La verdad? Depende de cada runner y de su objetivo.
Correr en ayunas puede ser útil para entrenamientos muy suaves y cortos, y solo si ya tienes experiencia y tu cuerpo está adaptado. Pero para la gran mayoría de los entrenamientos —especialmente si son intensos, largos o con desnivel—, es muy recomendable tomar algo antes.
Además, hay una realidad fisiológica que no podemos ignorar: después de una noche de sueño, nuestras reservas de glucógeno (la gasolina que usa el músculo) están bajas. Sin combustible, el cuerpo busca otras fuentes de energía... y eso puede traducirse en fatiga, bajones, mareos o incluso arcadas si no gestionas bien la nutrición.
“A nivel general un desayuno antes de correr debería ser alto en hidratos de carbono y fácil de digerir, para tener energía y no sufrir problemas digestivos (pesadez, arcadas,...).”
No es una regla rígida, pero sí una guía útil: come algo antes de entrenar, especialmente si vas a exigirle al cuerpo más de lo habitual.
Qué desayunar antes de correr según el tipo de entrenamiento
Aquí es donde entra la magia de la personalización. No todos los entrenamientos son iguales, por tanto no todos los desayunos deberían serlo. Tu cuerpo necesita cosas distintas según el tipo de sesión que tengas programada.
Entrenamiento suave (30-50 min ritmo tranquilo)
Ideal para días de rodaje regenerativo, trote cómodo o si estás empezando a correr.
Recomendación:
Algo ligero y fácil de digerir. Un plátano, una rebanada de pan con aguacate o un café con leche vegetal y avena puede ser suficiente.
Objetivo:
Tener energía sin sobrecargar el estómago.
Entrenamiento intenso o de series
Aquí hablamos de calidad: intervalos, fartlek, cuestas, trabajos de velocidad. El cuerpo va a necesitar glucosa rápida y estar libre de molestias digestivas.
Recomendación:
- Tostada de pan blanco con miel y crema de cacahuete.
- Yogur con fruta y copos de avena.
- Bebidas isotónicas y geles si entrenas temprano y no puedes comer sólido.
Objetivo:
Carga rápida de energía sin grasas pesadas.
“No será las mismas necesidades para un día que entrenes 40' suaves, que un día que tengas un entrenamiento de series...”
Entrenamientos largos o en montaña
Cuando vas a pasar 2, 3 o más horas entrenando, necesitas un desayuno más completo y más anticipado. Aquí no solo importan los carbohidratos, también entran en juego las grasas saludables para una energía más sostenida.
Recomendación:
- Pan integral con aguacate y huevo.
- Avena cocida con frutas secas y semillas.
- Batido de plátano, leche vegetal, frutos secos y avena.
Objetivo:
Energía de liberación prolongada, resistencia, evitar la fatiga temprana.
“Según las necesidades del entrenamiento, el desayuno deberá ser más alto en hidratos de carbono o en grasas saludables.”
Macronutrientes clave: hidratos, grasas saludables y digestión
Aquí es donde entramos en modo friki (pero útil). ¿Qué debe contener un desayuno para un runner? Vamos por partes:
Hidratos de carbono: tu mejor amigo
Son la fuente principal de energía en deportes aeróbicos como el running. Pan, avena, fruta, cereales... deben estar siempre presentes.
Grasas saludables: combustible duradero
Especialmente importantes si tu entrenamiento es largo. Aguacate, frutos secos, semillas o aceite de oliva pueden darte ese empujón extra.
Proteínas: no las ignores
No es el foco principal del desayuno pre-entreno, pero incluir algo de proteína (yogur, huevo, leche vegetal) ayuda a la recuperación.
Digestión: el factor olvidado
Un desayuno excelente mal digerido arruina cualquier entrenamiento. Cuida los tiempos: come al menos 1h antes si es algo ligero, 2-3h si es más completo.
Errores comunes al desayunar antes de entrenar
Cometer errores en el desayuno es más común de lo que parece. Aquí algunos clásicos:
Comer justo antes de correr
Tomar mucha fibra y acabar con el estómago revuelto
Abusar de los lácteos si te sientan mal
Probar algo nuevo antes de una competición o entreno clave
Saltarse el desayuno y luego “morir” en mitad del entreno
Y uno de los más comunes: comer de menos para no sentirse pesado, y acabar sin energía. La clave está en encontrar el punto medio: algo que nutra, que se digiera bien, y que te permita rendir.
Ejemplos reales de desayunos según el entrenamiento
Aquí van ideas que puedes adaptar según tu día:
Entreno suave (40 min rodaje):
- 1 plátano + café con leche vegetal
- 1 rebanada de pan con miel
Entreno de calidad (series):
- Tostada con crema de cacahuete + miel + café
- Yogur con plátano + copos de avena
Entreno largo (más de 2h o trail):
- Avena cocida con frutas + semillas
- Pan integral con aguacate + huevo
- Smoothie de plátano + leche de almendras + nueces + dátiles
Asegúrate de probar y ajustar: cada cuerpo es distinto.
Consejos prácticos para planificar tu desayuno como runner
Ten tus alimentos favoritos ya preparados o listos
Ajusta la cantidad según tu experiencia y el tipo de entreno
No improvises el día de una carrera
Lleva un pequeño snack de emergencia (fruta, barrita)
Prueba en los entrenamientos lo que planeas hacer en competición
Usa apps o libretas para registrar lo que te funciona
“Esto va a depender del entrenamiento que tengas ese día...”
Esa frase resume el mejor consejo: no hay un desayuno único válido para todos los días. Hay que adaptar.
Conclusión: encuentra tu propio equilibrio energético
Correr es una forma de conocerse, y eso incluye lo que comes. No hay una fórmula mágica para todos los runners, pero sí una regla de oro: come con cabeza, según lo que vas a exigirle a tu cuerpo.
Tanto si corres por placer como si estás preparando una maratón, desayunar bien puede cambiar tu día (y tu rendimiento). Con un poco de planificación, algo de prueba y error, y escuchando a tu cuerpo, puedes encontrar ese desayuno perfecto que te lanza a la zancada con energía, ligereza y una sonrisa.