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El tenis es un deporte que se caracteriza por lesiones no por un mal gesto en un movimiento, sino por la repetición de un mismo gesto sobre una misma zona, por ejemplo, la fuerza que se requiere para efectuar un servicio sobre el hombro; o por desequilibrios musculares debidos a este deporte ya que es un deporte asimétrico (Roetert E.P. y Ellenbecker T.S., 2008; Riewald S. y Ellenbecker T., 2005). La mayor parte de las lesiones en el tenis se centran en el hombro, la espalda, la cintura y la rodilla (Ellenbecker T.S., Pluim B., Vivier S. y Sniteman C., 2009; y Roetert E.P. y Ellenbecker T.S., 2008).

Respecto a las lesiones de hombro, la bibliografía estudiada destaca los desequilibrios musculares entre los manguitos rodadores externos e internos (Ellenbecker et al., 2009; Roetert E.P. y Ellenbecker T.S., 2008; Riewald S. y Ellenbecker T., 2005). El tenis moderno exige un uso repetido y muy potente del drive, golpe de derecha; y del revés; estos golpeos favorecen un fortalecimiento de los rotadores internos que genera un desequilibrio respecto a los rotadores externos y fijadores de la escápula (Ellenbecker et al., 2009). Un estudio de Ellenbecker y Roetert en 2004 citado por Ellenbecker et al. (2009), muestra que la fuerza de los rotadores externos del brazo dominante y no dominante de un tenista es semejante mientras que la fuerza de los rotadores internos es de un 15 a un 30% mayor en el brazo dominante.  Para inhibir este efecto de la práctica del tenis, se sugiere entrenar los rotadores externos mediante ejercicios de fuerza resistencia (Ellenbecker et al., 2009).

Otra lesión típica en tenistas de los miembros superiores es la epicondilitis lateral, también conocida como codo de tenista (Ellenbecker et al., 2009 y Roetert E.P. y Ellenbecker T.S., 2008). Esta lesión esta presente en el 37 a 57% de los tenistas de élite y amaters, y es debida a un sobreuso de esta articulación (Ellenbecker et al., 2009), sobretodo en el golpeo de revés ya que requiere una mayor aceleración debido a ser un gesto más corto que el drive por lo que este ligamento sufre más (Weineck J., 2004). La literatura recomienda el fortalecimiento de los músculos de la muñeca y el antebrazo con ejercicios de fuerza resistencia, consiguiendo así un fortalecimiento de los músculos y ligamentos que se insertan en el epicondilo humeral (Ellenbecker et al., 2009). Se han hecho estudios sobre si la posición del codo influye en aumentar la aparición de esta lesión, pero no influye (De Smet I. y Fabry G., 1998).

Por último, debido a los movimientos reiterados de flexión y rotación en el tenis, se puede producir dolor en la parte inferior de la espalda (zona lumbar), debido a estos movimientos o a un desequilibrio entre la parte anterior del tronco (músculos abdominales) y la parte posterior del tronco (lumbares) (Ellenbecker et al., 2009). En personas normales los lumbares son más fuertes que los músculos abdominales para mantener la espalda recta, lo contrario que en los tenistas que se desarrolla más los abdominales tirando de la columna hacia delante (Riewald S. y Ellenbecker T., 2005). Todos estos músculos de la zona media del tronco (recto abdominal, abdominales oblicuos, abdominal transverso, lumbares,…) hay que fortalecerlos para evitar estos posibles dolores prestando atención a los tres planos de trabajo de esta zona: plano sagital, frontal y transverso; ya que durante la práctica del tenis se va a trabajar en estos tres planos, por lo que habrá que prestar atención a los tres. Este fortalecimiento se podrá hacer también con desequilibrios que nos ayuden a reclutar un número mayor de fibras y trabajar la musculatura más profunda (Ellenbecker et al., 2009).

– Bibliografía:

De Smet I. y Fabry G. (1998). Grip Strength in patients with tennis elbow influence of elbow position. Acta Orthopaedica Belgica, 62 (1): 26-29

Ellenbecker T.S., Pluim B., Vivier S. y Sniteman C. (2009). Injuries in Tennis Players: Exercises to Address Muscular Imbalances and Reduce Injury Risk. Strength & Conditioning Journal, 31(4): 50-58

Riewald S. y Ellenbecker T. (2005). El desequilibrio en el jugador de tennis. ITF Coaching and Sport Science Review, 37

Roetert E.P. y Ellenbecker T.S. (2008). Preparación Física Completa para el Tenis. Madrid: Tutor

Weineck J. (2004). La anatomía deportiva. Barcelona: Paidotribo


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