Las inmersiones tanto completas como parciales son un fabuloso método para ayudar a la recuperación muscular después de un entrenamiento o competición. Además, es uno de los pocos métodos de recuperación que todos podemos acceder por economía, ya que su coste es económico o incluso el de inmersión fría podemos realizarlo en el mismo río.
Existen tres tipos de inmersiones:
– Inmersión en agua fría:
· Reduce la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco.
· Induce vasoconstricción.
· Reduce el flujo sanguíneo periférico.
· Conserva la temperatura corporal.
· Reduce la inflamación (el daño celular).
· Efecto analgésico.
– Inmersión en agua caliente:
· Incrementa la temperatura corporal.
· Incrementa el flujo sanguíneo.
· Induce vasodilatación.
· Incrementa el metabolismo.
· Incrementa la elasticidad muscular.
– Inmersión con contrastes (Agua fría y caliente):
· Estimula el flujo sanguíneo.
· Incrementa la eliminación del lactato
· Reduce la inflamación.
· Estimula la circulación.
· Alivia la rigidez muscular
· Reduce la mialgia.
Nuestra opinión es la misma que la de los estudios científicos y es que la mejor opción son los cambios de temperatura (frío – calor) para favorecer una mejor recuperación.
Extraído de: Wilcock IM, Cronin JB, Hing WA (2006). Physiological response to water immersion: A method for sport recovery?. Sport Med, 36 (9), 747-765